De triángulos y otras luminarias.

Ayer pasaba por la calle rumbo a mi casa, todo en relativa tranquilidad, el ruido de algunos autos a lo lejos, una fiesta cercana, pero en general, suficientemente noche para recorrer la calle y no encontrarme  a nadie.

Y entonces alcé la vista. ¿Les ha pasado alguna vez que abren un libro y al comenzar a releerlo después de muchos años, sienten como si vieran a un buen amigo? Pues así me sentí. Al igual que al libro no le interesa que no lo hayamos abierto, a la estrellas y luminarias errantes que me encontré no les interesa que no las vea; pero para mí fue un gusto reencontrarme reconociéndolas.

Las tres estrellas del triangulo de verano. (click en la imagen para ver a tamaño completo)

Si en estas noches de octubre miran hacia el cielo a eso de las 10 pm casi en el cenit pero un poco hacia el oeste, verán una de las formaciones de estrellas más reconocidas en el mundo, el triangulo de verano o de estío. Esta formación no es una constelación, ya que las constelaciones ya no son en realidad las figuras de las que hemos oído hablar (de hecho imaginarse un cangrejo en cancer o un centauro en sagitario, es realmente difícil), más bien ahora son áreas muy bién delimitadas en el cielo . Más bien, el triangulo de verano es un asterismo, es decir, una figura más o menos evidente en el cielo que no está reconocida por la comunidad astronómica como un área bien definida.

La misma imagen pero con los nombres y limites de las constelaciones en la zona del triangulo (click para ver a tamaño completo)

Al triangulo lo forman tres estrellas de las más brillantes del cielo. La que está más al sur se llama Altair, es una estrella blanca más joven que nuestro sol. Su nombre al igual que muchas otras estrellas deriva del árabe y quiere decir gran águila. Se encuentra a poco más de quince años luz de distancia de nosotros. Es llamada también Alfa Aquilae, ya que es la estrellas más brillante (alpha) de la constelación Aquila (El Aguila). Por cierto, un interesante estudio que reveló la imagen de Altair como una estrella que gira con gran rapidez, puede verse aquí.

La estrella que se encuentra más al oeste (que en la ilustración de la derecha es la de abajo) es toda una joya a la vista llamada Vega (Alpha Lyrae es decir, la más brillante de la constelación de La lira). Es una de las estrellas con mayor brillo en el cielo nocturno, superada por astros como Sirio y Arcturus. Es mucho más joven que el sol pero también es poco más del doble de masiva. Al tener más masa, su vida también será más corta al agotar rápidamente su combustible. Al ver a Vega con el telescopio o incluso a simple vista, se nota su color blanco-azulado lo que la hace, excepcionalmente bella para observar.

Por último, el vértice restante del triangulo es la estrella Deneb, que también al igual que las dos anteriores es la alpha de su constelación, El cisne (Alpha Cygni).  Deneb se encuentra mucho más lejos que Vega y Altair, algunos cálculos la sitúan a (y ahí vienen signos de exclamación) ¡1400 años luz de distancia! Entonces ¿porque es tan brillante? Parece ser que es realmente enorme, tan grande que si estuviera en el lugar del sol su tamaño llegaría a la órbita de la tierra y su luminosidad es unas 7 000  veces la del sol. Es lo que llamamos una Supergigante blanca y terminará su vida como una brillante supernova dentro de algunos millones de años.

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Júpiter como lo captó el Voyager 1, la primera imagen con esta resolución del planeta.

Otra cosa hermosa para ver en el cielo está del otro lado, también casi en el cenit a las 10 pm pero hacia el este. El planeta Júpiter es un bonito punto luminoso que no titila, de color un poco amarillo. Es el planeta más grande y masivo del sistema solar.

Y un poco más al este podrán encontrar un punto rojizo brillante en la punta de una formación de estrellas en forma de «Y», que son, con mucha imaginación, los cuernos de un toro. La constelación se llama Tauro y la estrella Aldebaran. Cerca de ahi podrán encontrar un grupo de estrellas muy juntitas que se llama Pleyades, estrellas que tienen un mismo origen en común.

¿Podrán encontrarlas? Los reto a intentar subir la mirada solo un poco en la noche de este mes y maravillarse con, no solo los nombres, sino con los grandes misterios de lo que sabemos hasta ahora de esas «enormes bolas de gas quemándose a millones de kilómetros de la tierra» .

Las pleyades. Las van a ver menos luminosas y más de lejos, pero busquen esta interesante formación.